El Torneo Anual del rugby tucumano ya conoce a los protagonistas de su último acto, será un duelo que ya es un clásico en estas instancias. Tucumán Rugby y Lawn Tennis volverán a encontrarse en una final, esta vez en La Caldera del parque 9 de Julio, donde el domingo se definirá al nuevo campeón local.
La expectativa es grande, no solo por la historia reciente de enfrentamientos entre ambos, sino también por la manera en que llegaron a esta instancia. En el juego, en la entrega y en la preparación, los protagonistas ya comenzaron a disputar el partido más importante del torneo.
Tucumán Rugby viene de dejar en el camino a Natación y Gimnasia en un partido que tuvo dos caras. El primer tiempo fue difícil, impreciso y con una clara superioridad del rival. Pero en la segunda mitad, el “verdinegro” ajustó piezas, recuperó la obtención y cambió el rumbo del partido con actitud y paciencia.
Santiago Aguilar, una de las figuras del equipo, reconoció esa dualidad en el rendimiento: “Sin duda que teníamos ese bajón de casi todo el primer tiempo. Se fueron arriba, nos recuperamos un poco, el segundo tiempo creo que hemos intentado mucho más y eso nos llevó al resultado que esperábamos”, expresó. El cambio no fue casual ni improvisado. Fue el resultado de un plan trabajado durante la semana. “Siempre ha sido el foco en intentar, intentar y no renunciar a nuestro juego”, explicó Aguilar. La insistencia y la convicción de no abandonar su identidad fueron claves para remontar el partido.
El análisis coincide con el de Gonzalo García, que vio a sus ex compañeros desde la tribuna y con el teléfono encendido, mientras espera la notificación tan deseada: un nuevo llamado a Los Pumas. García vive este tramo final con mezcla de ansiedad y orgullo. “Una adrenalina increíble, tenía muchas ganas de entrar. Mucho nerviosismo también… ahora vivirlo desde la tribuna es un poco difícil, pero me acostumbro día a día”, confesó.
García valoró el crecimiento del equipo en comparación con el inicio del año: “Me quedaron unas sensaciones positivas porque creo que, a comparación de hace unos meses, el equipo le apuntó muy bien, se lo vio en el juego”. El "Puma" también reconoció los puntos flojos del partido: “Tuvimos nuestra debilidad en el segundo tiempo, donde ellos encontraron espacio en el fondo con el uso del pie”, aunque subrayó que supieron responder “en todos los puntos de ataque, en todas las formaciones fijas”.
Mientras tanto, del otro lado del cuadro, Lawn Tennis logró imponerse en una semifinal muy cerrada frente a Cardenales. Fue un partido con mucha fricción, donde el equipo tuvo que sobreponerse a un try tempranero, a un terreno pesado y a jugar con un hombre menos durante 20 minutos tras la expulsión de Stefano Ferro. La entrega colectiva y la capacidad de sostener la presión fueron determinantes para lograr una victoria que lo mete en su quinta final consecutiva.
“Estoy muy contento. No es fácil llegar a otra final, es la quinta final consecutiva de este club y es una alegría inmensa para todos”, expresó Carlos Mateo Barros Sosa, que además hizo énfasis en el trabajo diario como clave de la regularidad: “Venimos trabajando mucho todos los días, así ganemos, quedamos trabajando de la misma manera. Tenemos jugadores de gran calidad. Creo que nos lo merecemos”, deslizó.
El centro también habló sobre la jugada que los dejó con 14 sobre el final del partido: “No siento en ningún momento que le hayan pegado en la cabeza, pero bueno, es decisión del árbitro y la respeto”. Aun con un jugador menos, Lawn Tennis supo mantenerse firme y sellar el pase a la final. “Los últimos minutos fueron muy complicados, mucha tensión, un partido muy cerrado también por la cancha. Estaba muy pesada, pero bueno, muy contento”, resumió.
Thiago Soberón, otro de los jugadores clave de los “Benjamines”, destacó la continuidad de un proyecto que viene dando frutos desde hace tiempo: “Es un trabajo que ya se viene haciendo hace años. Es una continuidad de lo que fue el año pasado también. Yo creo que eso se sigue viendo reflejado”. Lejos de hablar de revancha deportiva, el jugador fue claro: “Lo tomamos como el partido que hay que jugar, una final. Ya quedó atrás el partido pasado”, remarcó.
De cara al duelo frente a Tucumán Rugby, Soberón anticipó un partido de mucha intensidad: “Tienen buen power, tienen buenos 3/4. Creo que va a ser un duelo en toda situación de la cancha, así que va a estar lindo”, vaticinó. Con respecto a lo que puede marcar la diferencia el domingo, el jugador de Lawn Tennis apuntó al trabajo semanal y al entorno favorable de jugar en casa: “Hacer un buen partido, ya sea en lo grupal y en lo individual, y ojalá que sea lo mejor para todos. Siempre está ese plus de jugar en nuestra cancha, con nuestra gente. Obviamente que en lo anímico es un plus más”, reflexionó.
Las cartas están echadas. Tucumán Rugby y Lawn Tennis, dos instituciones con historia, escuela y proyectos sólidos, volverán a verse las caras para definir al mejor del año. Será un partido de alto vuelo, en el que el juego, la estrategia y la cabeza serán tan importantes como el corazón y la entrega. Ambos equipos llegan convencidos de su camino, y el domingo, solo uno podrá dar la vuelta y sin dudas será más que merecida.